Su alto contenido en vitamina A y precursores de este micronutriente hacen del aceite de zanahoria un magnífico aliado para mantener la piel flexible y nutrida. Aplícalo si tienes arrugas marcadas, profundas o estás demacrada. Es mejor por la noche y retirar el exceso a la mañana siguiente.
- Puedes utilizarlo si vas a tomar el sol, siempre y cuando no tengas una piel excesivamente clara, las radiaciones no sean fuertes y no te quedes mucho tiempo. Es un acelerador del bronceado natural, pero mucho cuidado con pasarse y hacer barbaridades.
- Entre las propiedades del aceite de zanahoria está la de ayudarnos a reparar la epidermis y el cabello por las agresiones meteorológicas: sal, viento, frío y calor. En este caso es mejor utilizarlo como una mascarilla mezclando a partes iguales el aceite de zanahoria con pulpa de aguacate triturada y una cucharada de harina de avena. Deja actuar al menos media hora antes de retirar.
- Otra de las propiedades del aceite de zanahoria es la de ayudar a limpiar de impurezas y exceso de sebo las pieles muy grasas o con acné. Para esta patología puedes mezclar el aceite con salvado de trigo hasta hacer una pasta granulosa. Deja actuar durante media hora y, a continuación, realiza un masaje suave. Rematar la operación con un enjuague con jabón natural.
- Al tener vitaminas E y C, aplicado sobre el cuerpo aporta elasticidad y, además, ayuda a combatir no solo la sequedad, también los eczemas siempre y cuando no cursen con sangre.
- Si lo vas a usar en el pelo, después de dejarlo actuar durante unos cinco minutos, lávate el cabello con tu champú habitual. Así retirarás el exceso de grasa.
- Podemos disfrutar todas las propiedades del aceite de zanahoria para la piel si lo usamos como aceite para masajes.